Argentina enfrenta hoy una crisis mayor que la que supuso el COVID-19. Se trata de la crisis educativa más grave de su historia reciente que comenzó mucho antes de la pandemia y que se agravó con ella. A fin de 2019, justo antes de la epidemia y a pesar de enormes esfuerzos y algunos avances, la realidad nos indicaba que la mayoría de los y las adolescentes no terminaba su educación obligatoria, sus aprendizajes eran mínimos (más del 50% tenía serios problemas de comprensión lectora) y la desigualdad educativa mostraba distorsiones extremas entre un alumno o alumna dependiendo de su cuna al nacer. Hoy, después de un año de pandemia esta situación se ha agravado. El Coronavirus generó una “catástrofe generacional” como la definió la ONU. Se produjo la mayor interrupción simultánea de servicios educativos presenciales de la historia y esta afectó a más de 90% de la población mundial de estudiantes (UNESCO, 2020). El impacto de esta interrupción en el mundo generó pérdidas de
Reflexiona, discute, averigua, duda, escucha mucho, di lo que piensas pero piénsalo y saboréalo. Toma una café con la vida, en la mesa del fondo, sobre la ventana, con vista a la puesta de sol, donde se oye el mar y las olas mueven la mente. Invita la casa.