Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020

No creo

La creencia o no creencia en Dios siempre ha sido un tema polémico. Supuso desde la persecución y muerte hasta el destierro y la tortura en vida. Se mató a mucha gente por no creer, y aún hoy existen casos -demasiados casos-, de gente asesinada, golpeada, lastimada, proscripta, discriminada, insultada, sancionada y rechazada por no creer en Dios o por tener diferencias de fe. Baruch Spinoza, Galileo Galilei, Giordano Bruno, Salomón Rushdie son algunos nombres de famosos pensadores perseguidos por cuestiones de fe. Los cientos de miles perseguidos y quemados en la hoguera por la Santa Inquisición de la Iglesia Católica, los muertos en Guerras religiosas, el genocidio judío y hasta los hechos del 11 de septiembre 2001 son ejemplos de violencia vinculada a Dios. Por eso es que tocar este tipo de temas necesita valentía y una invitación a la tolerancia (esa vieja amiga de John Locke), más allá de merecer respeto, delicadeza y precisión. Es que se necesita comprender al que piensa distinto

Volver al colegio

El regreso a clases presenciales presenta hoy un dilema difícil de resolver. Por un lado la necesidad indispensable de que los menores vuelvan luego de 7 meses sin poder estar en la escuela, con el incremento a la desigualdad, deserción y déficit de los aprendizajes que el cierre supone. Por el otro el riesgo a la salud de millones de personas (con contagios y muerte) que el movimiento de apertura implica. En Argentina hay más de 27 millones de habitantes en contacto diario con la educación. Son 12 millones de alumnos, 1 millón de docentes (Relevamiento Anual 2018 DINIECE) distribuidos en algo más de 6 millones de hogares con 26 millones de personas (madres, padres, abuelos, tíos, hermanos) que conviven con al menos un niño, niña o adolescente en edad escolar (según se desprende de UNICEF Argentina "El impacto de la pandemia de COVID-19 en las familias"). La disyuntiva está planteada: tener cerradas las aulas multiplica el daño educativo y abrirlas multiplica el riesgo san

¿Educación a distancia o distancia con la educación?

Mil quinientos millones de alumnos en el mundo se quedaran sin clases presenciales por el Coronavirus. Los distintos países buscaron educar a los estudiantes sin la presencia física de ellos en el aula. Esto se llama educación a distancia. Su origen fue la formación por correspondencia, proceso que evolucionó drásticamente con los medios de comunicación y explotó de la mano de internet. El acceso a este tipo de educación tiene una autopista que se llama conectividad. Ella es el puente a las pantallas de las computadoras y de los teléfonos celulares. ¿Por qué esta introducción? Porque hoy en día quien no tiene acceso a este tipo de tecnología y comunicación queda relegado, aislado de la sociedad. Y ese aislamiento comunicacional, en época de pandemia, supuso, en gran medida y en diferentes latitudes, la imposibilidad de recibir educación de sus maestros. ¿Qué sucedió en Argentina? El Ministerio de Educación de la Nación presentó días atrás la Evaluación Nacional del Proceso de Continu

Deuda educativa de Argentina: pandemia, crisis, desigualdad y oportunidad

Pese a avances legislativos importantes y a la expansión de la escolarización en los tres niveles, nuestro país enfrenta hoy una enorme deuda educativa. Esta está vinculada con la cantidad de alumnos que no finalizan los estudios obligatorios, con la baja calidad y con la desigualdad educativa en la República. La pandemia y sus consecuencias agravan este panorama.Si bien gran parte de la sociedad se ha percatado de los distintos problemas originados por no tener clases presenciales desde marzo (la brecha digital, las dificultades tecnológicas que supone la educación a distancia, las consecuencias socioemocionales en los estudiantes, docentes, madres y padres que se encuentran sobre pasados, etc.), no todos parecieran ser consciente del escenario de “tormenta perfecta” que hoy se presenta para la educación argentina. ¿Qué significa esto? Que se ha configurado un contexto muy grave producto de la conjunción de tres datos de extrema complejidad: 1) la reciente manifestación de Naciones U

El futuro de la educación después de la pandemia

Educar no es solo transmitir conocimientos sino supone el desarrollo en el estudiante de los criterios necesarios para poder aplicarlos. Educar es un proceso holístico donde intervienen muchos factores: la sociabilidad, las emociones, la práctica, entre otros muchos más. Si hay algo que la pandemia enseñó a madres y padres es la dificultad de esta tarea y la relevancia de la técnica (y la tecnología) para lograr sus objetivos. Por ese motivo y para comprender el futuro de la educación pos (y en) pandemia debemos entender su evolución. Resumo tres aspectos que pretender identificar aspectos centrales con ese fin: 1) Educar es evolucionar. La escuela históricamente nació como una técnica. Los conventos fueron sus primeras sedes. Los estudiantes concurrían al edificio escolar porque allí es donde estaba y desde donde se impartía el saber. El desarrollo de la imprenta y la circulación de libros y periódicos ofrecieron variantes a esa lógica. La distribución del conocimiento cambió. En los