Despedir a Juan Carlos Tedesco es no despedirlo. Su sabiduría, su tono siempre amable, sus convicciones y especialmente sus enseñanzas no se han ido ni se irán jamás. Hace muy pocos días atrás me comunique con el para conversar, como tantas veces lo hicimos desde Educar 2050, sobre su mirada de la situación actual e intercambiar ideas sobre el nuevo Plan que el Gobierno ha puesto sobre la mesa. Con su sencillez habitual y su elegante caballerosidad me dijo que estaba sin energías pero que "acordemos un momento para vernos". Y ese momento llega después de su partida y se extenderá, para todos los que lo valoramos, por mucho tiempo ya que seguiremos "viendo" a Juan Carlos cada vez que pensemos sobre educación. Juan Carlos seguirá presente y entre nosotros en las bases de su mensaje: la educacion como valor. Por eso su partida es una oportunidad para reflexionar sobre sus enseñanzas sobre la importancia de planificar la educación del futuro y sus ideas sobre la inversi
Reflexiona, discute, averigua, duda, escucha mucho, di lo que piensas pero piénsalo y saboréalo. Toma una café con la vida, en la mesa del fondo, sobre la ventana, con vista a la puesta de sol, donde se oye el mar y las olas mueven la mente. Invita la casa.