Partamos de la base de los conceptos aceptados tanto por aquellos que reclaman una nueva legislación que despenalice el aborto como por aquellos que están en contra de tal medida. Todos coinciden en que estamos frente a un problema mayúsculo que pone en riesgo vidas humanas. Para unos, abortar, en términos genéricos, implica poner fin a un ciclo iniciado por un hombre y una mujer cuyo destino es un ser humano y hacerlo sin las regulaciones y garantías del caso y sin el profesionalismo que hoy la medicina proporciona y que tal decisión supone, presenta un riesgo de muerte para la mujer en estado de gestación. Para otros abortar es asesinar . Como vemos hay dos posturas absolutamente enfrentadas frente al problema en cuestión: por un lado, reitero, están estos últimos que sostienen básicamente que abortar es matar, es decir que desde la concepción hay una vida humana y que quien aborta y da su consentimiento a tal efecto debe ir a prisión porque comete un delito, un homicidio; por otro l
Reflexiona, discute, averigua, duda, escucha mucho, di lo que piensas pero piénsalo y saboréalo. Toma una café con la vida, en la mesa del fondo, sobre la ventana, con vista a la puesta de sol, donde se oye el mar y las olas mueven la mente. Invita la casa.