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Mostrando entradas de abril, 2017

No todo cambia (entre el poder del Celular y aquello que no debe cambiar)

Es cierto que la tecnología nos abruma con sus avances y sus sorpresas. Es absolutamente cierto que el celular ("smart phone" o "teléfono inteligente" o simplemente "el móvil" como le llaman los españoles) ha invadido nuestras vidas y nos ha otorgado más poder. Cual Julio Cesar de la Roma antes de Cristo, el celular se ha convertido en Emperador del mundo. Todo lo ha conquistado. Desde Oriente a Occidente. Todos dependemos de su Majestad: el “Celular moderno” que no es más que el “Caballo de Troya” de su real poder: la computadora (o el "Ordenador") que viene en sus entrañas. Su apariencia y hasta las técnicas de ventas nos engañan: no se trata de un teléfono.  Quizás de las tareas menores que hagamos con él sea la de hablar con un semejante. Hoy mensajeamos, miramos las redes sociales (sociales?), sacamos fotos, nos angustiamos por la baja señal y/o la falta de cobertura para leer un periódico o para no perder las imágenes recién subidas de va

¿Qué queda al morir?

¿Qué queda al morir? “Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida” Mario Benedetti (1920-2009) Todo el mundo sabe que va a morir. Es ley inexorable de vida. Frente a esta verdad irremediable los seres humanos hemos adoptado básicamente dos teorías: una es la que entiende la muerte física como comienzo de una vida distinta; la otra es la que acepta la muerte como el final, sin reconocer otra vida posible. La primera se basa en la fe y es sostenida por diferentes religiones que, con matices, sostienen que existe esta “otra” vida después de la muerte, ya sea en el Paraíso o en el Infierno como “vida eterna”; y hay hasta algunas creencias que sostienen que al morir nace una vida distinta en una reencarnación. Son, como dijimos, expresiones y dogmas religiosos cuyo fundamento no es la razón sino la fe. La segunda postura, que no cree en otra vida después de la muerte, analiza el tema desde la realidad del fin de la existencia física: el fallecimiento es el final y no