El crimen de Fernando Báez Sosa marca un límite. Han asesinado a un joven indefenso a patadas en la cabeza. Lo ha hecho un grupo de amigos en una salida de verano. Todos hemos leído, escuchado y visto las declaraciones y los cientos de artículos y dolorosas imágenes al respecto. La sociedad reacciona indignada, pero con la lógica confusión que la conmoción supone. La pregunta que está sin responder es qué podemos hacer para que esto no se repita. ¿Cuál es la propuesta? Sugiero dos ideas para pensar. En primer lugar, identificar la causa separándola de los factores que propician el homicidio, y en segundo aprovechar distintos ámbitos vinculados para tratar ya las acciones concretas y urgentes. La violencia que este hecho nos muestra no es una excepción . Todo se ha unido en este caso como “ingredientes” de un cóctel explosivo. Alcohol (mucho alcohol), noche, jugadores de rugby, previas, droga, disco, guardias de seguridad, calle, machismo, grupo, psicología de masa y las patadas asque
Reflexiona, discute, averigua, duda, escucha mucho, di lo que piensas pero piénsalo y saboréalo. Toma una café con la vida, en la mesa del fondo, sobre la ventana, con vista a la puesta de sol, donde se oye el mar y las olas mueven la mente. Invita la casa.