"Estado de grata satisfacción espiritual y física" . Asi comienza definiendo el Diccionario de la Real Academia Española el significado de la palabra felicidad. Lo interesante (y polémico) es que esta es una definición reciente. Hasta hace unos años atrás la Real Academia la definía distinto. Se podía leer en la primera acepción de "felicidad" que esta era un "estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien". No quiero incurrir, al comienzo de estas líneas, en una discusión sobre los aciertos o desaciertos del diccionario de nuestra lengua pero si mostrar, con este ejemplo, la dificultad que conlleva responder la pregunta que plantea el título de esta reflexión. Por otro lado, lo que obviamente ningún diccionario describirá es si este estado de satisfacción, que hoy supone el concepto según esta mirada, es un objetivo viable. Cuando utilizo este término lo hago con intención manifiesta: "viable" deviene de la palabra "vida",
Reflexiona, discute, averigua, duda, escucha mucho, di lo que piensas pero piénsalo y saboréalo. Toma una café con la vida, en la mesa del fondo, sobre la ventana, con vista a la puesta de sol, donde se oye el mar y las olas mueven la mente. Invita la casa.