Un gran guru hindú confesó que en su infancia fue educado en su casa por un tutor. El Maestro fue impuesto por sus padres. Este particular docente usó una peculiar manera de "permitir jugar". Marcaba con tiza en el suelo un gran circulo, dentro del cual sentaba al pequeño con sus juguetes y por horas (a veces horas y horas) lo abandonaba en ese espacio no sin antes decirle: "haz lo que quieras en este circulo pero siempre adentro, nunca lo cruces! y si llegas a salir los Monstruos sagrados de la India te comerán vivo" . Fea forma de educar. Manipuladora, indignante por la utilización del miedo como martillo que moldea una personalidad: a los golpes, a los sustos. Pero no es muy diferente de la que muchos de nosotros hemos recibido, donde la tiza y el circulo fue reemplazada con paradigmas que nos crearon (y que nosotros mansamente) aceptamos. El gráfico del circulo ejemplifica el poder de un paradigma. Ellos operan como límites, como una poderosa celda que nos ro
Reflexiona, discute, averigua, duda, escucha mucho, di lo que piensas pero piénsalo y saboréalo. Toma una café con la vida, en la mesa del fondo, sobre la ventana, con vista a la puesta de sol, donde se oye el mar y las olas mueven la mente. Invita la casa.