Ir al contenido principal

Decidir cortando

Tomar una 'decisión' es hacer un 'corte. Magnifica metáfora. "Decidir" es "cortar". Esto significaría que hay algo que merece un corte. He aquí la cuestión. Es que en toda decisión se pone en marcha un proceso de evaluación de las diferentes facetas de un tema a resolver o de un problema que nos aqueja y después de haber estudiado las múltiples opciones y alternativas que se ofrecen arribamos a destino donde nos espera la acción: 'Decidir' es separar, dejar de lado, en fin cortar. Así lo confirma el verbo latino 'decidiere' que significa 'separar cortando', 'cortar', 'restar', 'acabar', 'zanjar'. Dicho verbo se compone del prefijo 'de-' (de-, dis-) que indica separación y del verbo 'caedĕre' que significa 'pegar', 'cortar', 'talar', 'romper'. Esta es la etimología de la palabra "decidir" que siempre sirve de orientación al significado. Lo que realmente llama la atención es que en este caso también ayuda al concepto. ¿Cuantas veces la vida nos presenta decisiones difíciles? ¿Cuantas? Quizás ante este tipo de situaciones el origen de la palabra nos esta ayudando a comprender el fondo del proceso. Veamoslo con mas profundidad. El verbo "caedere" fue en latín un término que nació en el ámbito rural. Fueron los leñadores quienes lo utilizaron al referirse a la poda de árboles, al talar, y también a veces, se lo uso para "matar" ramas molestas de los árboles que impedían su crecimiento y frustraban la altura que este tenia en potencia. Es por ello que su significado integral fue "cortar separando, cortar selectivamente" y supone una acción reflexiva, en que uno elige qué árbol o rama conservar y qué árboles o ramas cortar porque ya no le sirven al desarrollo en cuestión. De este campo pasó de manera figurada ya en latín al sentido moral, en que significa eliminar todas aquellas vías, posibilidades o soluciones ante algo, para tomar únicamente aquella que nos interesa, y en muchos casos, aquella que nos permita crecer. Tanto decidir como elegir suponen "cortar" con la que no se selecciona. Origen y metáfora que nos ayuda a entender no solo el que significa sino el como decidir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Para qué sirve Educar?

" Educar. (Del lat. educāre). 1. tr. Dirigir, encaminar, doctrinar. 2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad ." Estas son las dos primeras definiciones que nos da el Diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra "educar". Mucho se ha escrito sobre el sginificado del término. A mi criterio la educación es esencialmente un proceso de mejora de vida . Educar supone creer especialmente en tres verdades: 1) en el perfeccionamiento de aquel a quien se educa; 2) en su capacidad y deseo de aprender; y 3) en que la transferencia de conocimientos de quien enseña no es tal si no va acompañada por la elaboración propia de una reflexión de quien los recibe. Educar no es colmar un depósito de tecnicismos, conceptos y sapiencias ajenas sino que la verdadera educación, -y me refiero especialmente a la educación del menor pero apli

Salvar mi circunstancia para salvarme yo

José Ortega y Gasset es recordado, entre otras cosas, por una frase profunda y desafiante de su obra Meditaciones del Quijote: "Yo soy yo y mis circunstancia, y si no las salvo a ella no me salvo yo". Es bastante sencillo explicar el concepto de "circunstancia" yendo a la etimología del concepto ( circuntatia ) que apunta a lo que nos "circunda", es decir a lo que nos rodea, a nuestro entorno, a nuestra cultura, a nuestra historia. La circunstancia de un joven nacido en la jungla africana no es la misma que la del joven nacido en la península escandinava. Yo soy yo y "lo que me ha hecho así o lo que me sigue haciendo así" parecería querer decir Ortega. Y con esta poderosa primera reflexión de su frase nos deja una serie de dudas por responder: ¿Ortega me está diciendo que no soy yo, sino lo que la circunstancia hizo y hace de mi? Si esto fuera así: ¿soy realmente libre o las circunstancias son los barrotes de mi celda que no me han permitido

Tiempo y vida

No quiero acudir a una definición de diccionario.  Quiero definirlo yo. Estoy absolutamente seguro que vos que lees estas líneas también lo podés hacer. De algún modo todos sabemos lo que es el tiempo   Lo conocemos desde que nacemos. Antes de nuestro capacidad de hablar manejamos los tiempos. Al poco tiempo de nacer supimos qué significa “hora de comer” y poco después empezamos a saber “cuándo” era el momento de dormir y poco a poco fuimos conociendo los “momentos” de nuestros padres (comenzamos a tener una idea del tiempo cuando intuimos que ellos deben estar a nuestro lado o regresar a casa). Todo esto fue y es con-vivir con el tiempo y quien convive con nosotros es nuestro compañero.  Llegamos así a una característica que nos permite una 1er definición: el tiempo es un compañero de vida. Esta bien. Es un avance pero solo eso. No me convence por completo. El tiempo no es “alguien” que nos acompaña. Es más que eso. Está con nosotros pero en una forma diferente a la compañía. Obvio es