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¿La celda del paradigma o vale la alegría?

Debo reconocerlo. No descubrí el significado hasta bien pasada la vida. Estaría en mis 20 y pico cuando un día determinado mi interpretación de la palabra paradigma cambio. Hasta ese momento asimilaba el concepto a una idea de valor, de verdad, de objetivo. Sabia que etimológicamente el término se origina en una palabra griega que significaba "ejemplo" pero no mucho mas. Quizá fue  por eso que para mi paradigma era una palabra que me inspiraba respeto, aun sin entenderla. La tenia allá arriba, como esos libros viejos -bien encuadernados-, de la estantería mas alta, de los cuales leemos el titulo y nos inspiran solemnidad pero que no tenemos la mas puta idea de lo que hay adentro. Pues bien, fue por eso (y por esa curiosidad que la vida me puso de collar) que me puse a investigar. Y descubrí cosas interesantes que me hicieron crecer. Repasemoslas juntos:  1) El concepto de paradigma fue sumamente relevante en la ciencia (y lo sigue siendo). "Considero a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante CIERTO tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica". Esto lo dijo un científico y filósofo famoso, Thomas Khun, quien agrego algo determinante: "las sucesivas transiciones de un paradigma a otro, vía alguna revolución, son y SERAN el patrón de desarrollo usual de la ciencia futura". Lo que quiso  decir este buen hombre es que para el dyesarrollo (lease "para el crecimiento") es positivo y necesario discutir y, en su caso, cambiar los paradigmas! Hablo de "revolución" (que, vaya paradoja, contiene la palabra "evolución" en sus letras) pero lo interesante es que esta verdad, que parece tan sencilla de declarar, fue el resultado de mucha sangre derramada... Si, ltamentablemente mucha gente prohibió y mató a otra porque pretendieron cambiar los paradigmas del momento.  Es que los paradigmas científicos fueron "sagrados" (en el concepto literal del termino) y fue así que cuando Galileo les dice a sus colegas que el sol no gira alrededor de la tierra sino que es la tierra la que gira alrededor del sol (y cambió un paradigma), el Papa de ese momento, Urbano, a punto estuvo de condenarlo a muerte en la hoguera, sanción que modifico a ultimo momento por prisión hasta los últimos días de su vida. Lo mismo sucedió en la historia con Socrates, Cristo, y tantos otros asesinados por la Inquisición o por la KGB (de extremo a extremo) que ya no solamente desde la ciencia pero por intentar modificar paradigmas encontraron la muerte. 2) El segundo descubrimiento sobre el concepto paradigma es ya mas cercano. Ya no es la ciencia, sino descifrar que significa "paradigma" para nosotros, los seres humanos de a pie (vos y yo que caminamos la vida). Y aca hay que bucear un poco en la psicología y las ciencias sociales para entender. Ellas usan el término para describir el "conjunto de experiencias, creencias y valores que afectan la forma en que un individuo percibe la realidad y la forma en que responde a esa percepción". Algo así seria su definición. Esto viene a querer decir que nuestros paradigmas serian los que enmarcan nuestro pensamiento. Son como un circulo grande pintado alrededor de donde sea que estemos parados que pone un limite a nuestra forma de pensar y de actuar. Nosotros pensamos dentro de ese circulo y nada que este afuera del mismo podemos incorporar o atrapar precisamente porque esta "fuera" de nuestros paradigmas que operan como una frontera, una suerte de "muro de Berlin" o barrotes ideológicos de una celda o pared divisoria entre lo que nos esta permitido pensar y la libertad. Hay inclusive una leyenda histórica india que grafica muy bien este punto. Un gran guru hindú confeso que en su infancia fue educado en su casa (que resulto ser un gran palacio) por un tutor y Maestro impuesto por sus padres. Este particular docente le pintaba con tiza en el suelo un gran circulo, lo sentaba allí con sus juguetes y por horas lo abandonaba no sin antes decirle: "haz lo que quieras en este circulo pero siempre adentro y si llegas a salir los Monstruos sagrados te comerán vivo". Particular forma de educar que no es muy diferente de la que muchos de nosotros hemos recibido, donde la tiza y el circulo fue reemplazada con paradigmas que nos crearon (y que nosotros mansamente).  Pues bien, el gráfico ejemplifica bien nuestra vida y los paradigmas. Ellos operan como límites, como una poderosa celda que nos rodea por completo y nos restringe. Nuestra forma de pensar no puede trasvasar esa frontera virtual que nos encierra y reprime. Y su poder esta en sus cimientos. La celda se construyó apoyada en dos materiales sólidos: el miedo y el disfraz.  El  primer material, la generación del terror, viene de la mano de una gran manipulación formativa que se coló sutilmente en nuestros cerebros, ya sea por la enseñanza de preceptos religiosos o por definiciones talladas en nuestro cerebro por terceros que nos crearon un concepto riguroso de lo que esta bien y de lo que esta mal con poco fundamento racional (o casi nada) pero con una enorme cuota de verdades reveladas que no pueden ser discutidas bajo pena del pavor a que los monstruos exteriores a nuestros paradigmas nos devoren al intentar salir de la celda (algo así como mostró la genial película The Truman Show con el pánico creado en el protagonista al tocar el agua que rodeaba su isla). Y el segundo material, tan solido como el miedo, es el disfraz del paradigma. Este no se deja ver. Se esconde detrás de elucubraciones propias que nos engañan para creer que nuestros principios son absolutamente correctos y que una de sus principales virtudes es que son inmodificables.  Es que los que así piensan son categóricos al afirmar que es bueno que nos jactemos de lo que pensamos y que es mucho mejor no cambiar. "Habrase visto! Yo estoy muy seguro de mis limites y no me voy a mover frente a tentaciones estúpidas que me quieren modificar y abrir el cerebro. No. No se los voy a permitir. Sus excusas sobre las virtudes del cambio y las bondades que este permite son justificaciones a una invasión que no voy a permitir!. Aquí me quedo y nada de saltar círculos de tiza!". Esta seria, con matices y hasta col algo de ironía,  el argumento típico de quien no quiere salir de la celda del paradigma. Lo que nunca va a reconocer esta persona es que su voluntad a quedarse encerrado se basa en el pavor al cambio, en la seguridad de su zona de confort y en su incapacidad de confesar que ha sido engañado. A el o a ella no. A ellos nadie le hizo trampa... Pues bien, hasta aquí la descripción de paradigma, de su entorno, de sus barrotes invisibles para aquellos no videntes voluntarios que confirman la sabia frase que señala que "no hay peor ceguera de aquel que no quiere ver". Y es triste porque entre estos seres hay mucha gente buena que no percibe el error.  Nada es mas fácil que engañarse ni peor que no ceder al engaño por soberbia. Es que se necesita de mucha humildad y de una cuota giagantesca de valentía para darse cuenta que no es el sol el que gira en rededor nuestro y reconocer que nuestros paradigmas nos tienen enjaulados y nos dirigen tal como a una marioneta la dirigen los hilos que vienen de las alturas...y no se ven. Mucho coraje y  modestia, materiales que no abundan en plaza, y muchas ganas de vivir bien, a pleno, para usar de borrador gigante y terminar con los círculos de tiza de los días que nos quedan por vivir, y disfrutar. Pero sepa el lector, si si, vos que estas leyendo estor renglones, que vale la pena, o lo que es mejor, vale la alegría.

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