Ir al contenido principal

Libertad del dos por uno


Toda duda filosófica necesita de un punto de partida vinculado con el lenguaje. Wittgenstein nos deslumbró con sus análisis de nuestros límites lingüísticos. Y la verdad es que tenía mucha razón. Por eso el intento de esta reflexión es comenzar por definir que entendemos por Libertad y su objetivo es entender los alcances que esta palabra supone. Vamos a ver. El diccionario de nuestra lengua da una docena de acepciones al definir qué es la Libertad. Esto de alguna manera nos muestra ya que su significado da para muchas y distintas interpretaciones. Dice la RAE que la Libertad es: 1. f. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. 2. f. Estado o condición de quien no es esclavo. 3. f. Estado de quien no está preso.  4. f. Falta de sujeción y subordinación. 5. f. En los sistemas democráticos, derecho de valor superior que asegura la libre determinación de las personas. 6. f. Prerrogativa, privilegio, licencia. U. m. en pl. 7. f. Condición de las personas no obligadas por su estado al cumplimiento de ciertos deberes. 8. f. Contravención desenfrenada de las leyes y buenas costumbres. 9. 1. f. 9. f. Licencia u osada familiaridad.10. f. Exención de etiquetas. 11. f. Desembarazo, franqueza.12. f. Facilidad, soltura, disposición natural para hacer algo con destreza. Pues bien, si bien a los fines de esta reflexión  la acepción número 1 es quizás la más cercana al objetivo de este análisis, las otras once definiciones del significado nos dan una idea de la dificultad filosófica del concepto, es decir, ejercer la libertad no es algo superficial y tiene consecuencias. Implica y contiene otros conceptos. Vamos despacio.  Existen algunas posturas que sostienen que la Libertad es un concepto absoluto y que tiene que ver con la facultad del ser humano de hacer lo que quiera cuando quiere. Y como una aproximación al concepto yo podría coincidir con esta mirada. Pero esta coincidencia sería solamente un punto de partida. Puede ser que un animal haga lo que quiera y cuando quiere pero nosotros no somos animales e inclusive, entre estos últimos, existen ciertos límites que los llevan a abstenerse de ciertos deseos de ejercer su plena libertad en determinados momentos (mi perro Bruce, un Jack Russell muy libre, le encanta salir a correr cuando puede pero no lo hace de noche porque los búhos lo atacan y tampoco lo hace cuando llueve porque no le gusta mojarse). Y porqué digo que coincido con esta mirada de considerar a la Libertad como hacer lo que a uno le plazca? Por algo muy sencillo. El principio de ser libres, el primer tramo del significado es ese, el de no tener ataduras para hacer lo que uno quiere hacer pero cuando uno define que es lo que quiere, lo que le gusta, lo que lo hace sentirse pleno, los seres humanos juzgamos, analizamos y decidimos  por alguna razón, por algún motivo que tiene que ver con nuestra Cultura (Limitación 1) y con cierto complemento de este primer tramo de la Libertad que se llama Responsabilidad (Limitación 2). Vamos por partes. Qué es eso de “Limitación 1”? Tiene que ver que somos libres de querer “ma non tropo”.  Porqué?  Porque querremos aquellos que esta dentro de los límites que nos brindó nuestra formación, nuestra cultura. Difícilmente al tener hambre pensemos en comer la pierna de una persona que está a nuestro lado en el subterráneo pues hemos sido formados en un ámbito donde no existe la antropofagia...pero para un amigo del Congo que vive en una tribu en la selva quizá le apetezca la carne humana.  El sabio Schopenhauer definía esto como “el no tener más remedio de ser yo” pero obviamente esta definición no es tan sencilla y Arthur lo sabia perfectamente porque el no tener más remedio que ser yo puede ser un yo que muta y conforma otro yo, al que tampoco tuvo remedio.... Pero fue el genio de Sartre quien lo explicó mejor. Sartre decía que la existencia nos define (de allí el Existencialismo) y es nuestra existencia la que nos da el poder de la libertad, de reinventarnos a nosotros mismos sin dejarnos predeterminar por nada inmutable (aunque nos cueste cambiar y comer carne humana...). Pero entonces, el límite 1, el de la cultura y formación de cada uno, es o no es un límite? Pues si lo es pero la respuesta la tendremos no al definir la palabra Libertad sino al definir que significa Límite...y cuál es su alcance... En fin, ser libre, como antes dijimos, no es nada fácil y tiene implicancias.

Veamos ahora la “Limitación 2” que es más compleja (y más difícil de asumir). Qué es la responsabilidad? Pues es la respuesta que uno imagina de cada acto propio. Es la que analiza las consecuencias de nuestros hechos y es también la que muchas veces muestra su presencia cuando conduce a un hombre o una mujer a arrepentirse de determinada conducta. Justamente el arrepentimiento es la mejor prueba que el concepto Libertad no es absoluto ni autónomo si no que contempla en su esencia el ejercicio de la Responsabilidad que es inherente a sus decisiones y acciones respectivas.  Cuando un ser humano se arrepiente de algo fue su responsabilidad la causa efecto de la reflexión que lo condujo a arrepentirse. Y esta es una característica esencial del ser humano. Un león no se arrepiente de haber dado un zarpazo a su domador ni una abeja de haber aguijoneado a un niño. Son animales y el ejercicio de su Libertad allí finaliza, con el acto, ya que no conlleva un análisis de la consecuencia de su conducta. Un hombre alcoholizado o drogado pudo haber sido libre al decidir conducir su moto pero ese estado de ebriedad le ha impedido  justamente el ejercicio integral de su libertad al impedirle ser consciente de sus actos y sus consecuencias y por lo tanto de discernir su responsabilidad (lo que no quita su obligación de dar respuesta, de responder, es decir de ser responsable directo por los eventuales daños ocasionados en tal estado, en su caso). Todo esto quiere decir que ser libre no solo significa alabar mi ego diciéndome a mi mismo “soy yo quien lo hice” cuando alguien me felicita o quiere darme un premio sino que ser verdaderamente libre también implica saber decir “fui yo” cuando se busca al culpable de determinada acción. Ser libre por tanto, no es un concepto independiente y autónomo sin más. La vigencia de la libertad se extiende a sus consecuencias y por tanto su alcance abarca el hecho de asumir la responsabilidad que conlleva el serlo. 

Por eso digo que ejercer la verdadera Libertad no es un segmento que se detiene en hacer lo que quiero, sino que, parafraseando a  Ortega, es ella y sus circunstancias y si no salvo sus consecuencias no me salvo a mi. La Libertad no es libre solamente. Está encadenada a la responsabilidad y por eso ambas están unidas y complementan sus conceptos. El resultado es la Libertad del dos por uno: al final eres libre de asumirlo o de rechazarlo. Puedes ser irresponsable. Tu decides.

Comentarios

Entradas populares de este blog

A su manera

La frase  “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo” , formulada por José Ortega y Gasset en Meditaciones del Quijote (1914), constituye uno de los núcleos más vitales del pensamiento filosófico en lengua española. Ya ha sido objeto de análisis en este Blog pero reflexiones posteriores me obligan a hacer esta actualización de mi cavilación. Su potencia es tal que amerita analizarse con el paso del tiempo y reside no solo en la afirmación del sujeto como ser situado —inseparable de su contexto vital—, sino en la exigencia ética contenida en esa segunda mitad:  “si no la salvo a ella no me salvo yo”.  La pregunta que queda pendiente a responder es: ¿Soy yo el mismo yo el que la ha "salvado" hace diez años atrás? ¿Aquella "salvación" es la misma que haría ahora? Estas inquietudes han dado origen a esta segunda profundización sobre la frase de Ortega. Lo explico a continuación.     Tradicionalmente, se ha interpretado que...

Salvar mi circunstancia para salvarme yo

José Ortega y Gasset es recordado, entre otras cosas, por una frase profunda y desafiante de su obra Meditaciones del Quijote: "Yo soy yo y mis circunstancia, y si no las salvo a ella no me salvo yo". Es bastante sencillo explicar el concepto de "circunstancia" yendo a la etimología del concepto ( circuntatia ) que apunta a lo que nos "circunda", es decir a lo que nos rodea, a nuestro entorno, a nuestra cultura, a nuestra historia. La circunstancia de un joven nacido en la jungla africana no es la misma que la del joven nacido en la península escandinava. Yo soy yo y "lo que me ha hecho así o lo que me sigue haciendo así" parecería querer decir Ortega. Y con esta poderosa primera reflexión de su frase nos deja una serie de dudas por responder: ¿Ortega me está diciendo que no soy yo, sino lo que la circunstancia hizo y hace de mi? Si esto fuera así: ¿soy realmente libre o las circunstancias son los barrotes de mi celda que no me han permitido ...

Kant y las redes sociales

Immanuel Kant fue el filósofo por antonomacia del siglo XVIII. Nació en 1724 y murió en 1804. Fue él quien que le dió nombre a su época: el siglo de la Ilustración. Lo que es interesante recordar, para hacer una reflexión con el contexto actual que estamos viviendo, es porqué se utilizó el términio "iustración" para identificar esos años. Veamos el tema desde el princiío. Ilustrar supone el concepto de "iluminar" o dar luz, es por eso que también se conoce a este siglo XVIII como el de "las luces" ya que la consigna fue, para Kant y para muchos pensadores de aquel entonces, salir de la "oscuridad" y de la superstición, de los prejuicios y la ignorancia. Para ello Kant utiizó una frase memorable que pretenció despertar a la sociedad de esos tiempos de su letargo: "La Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad" , y explicó esa minoría con su grito reflexivo: "Sapere aude" o "Atrévete a saber...