Soledad no es aislamiento. Quizás equivocados por la proyección de una imagen, de un concepto, muchas personas creen que estar en soledad es no estar acompañado. Y esta es una interpretación errónea del verdadero significado de estar solo. El hacerlo requiere apartarse, pero también requiere la madurez necesaria para saber acompañarse. Los seres humanos que saben estar reunidos consigo mismos no están en soledad, sino que son los que mejor compañía tienen de su persona. Allí está el humanismo. No es lo mismo ser persona que ser humano. Quien comprende la humanidad de su ser, comprende la felicidad que significa sentirse bien al conocerse, al comprenderse, al interpretarse. Es obvio que tiene riesgos. Donde está el peligro puede estar la cura. Pero la mayor ventaja está dada por el crecimiento que supone conocerse y sorprenderse con nuestro ser interior, con nuestra personalidad oculta a la hipocresía rutinaria y, especialmente, con nuestro temor, debilidad y ansiedad a llenar vacíos que no entendemos. Acompañarse a uno mismo es aceptarse, es también divertirse con tu compañía y es darse cuenta que quien no se ama a si mismo, no puede amar enloquecida y apasionadamente a nadie mas. Por eso saber estar sólo es entrenar tu capacidad de amar y amar tu compañía.
" Educar. (Del lat. educāre). 1. tr. Dirigir, encaminar, doctrinar. 2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad ." Estas son las dos primeras definiciones que nos da el Diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra "educar". Mucho se ha escrito sobre el sginificado del término. A mi criterio la educación es esencialmente un proceso de mejora de vida . Educar supone creer especialmente en tres verdades: 1) en el perfeccionamiento de aquel a quien se educa; 2) en su capacidad y deseo de aprender; y 3) en que la transferencia de conocimientos de quien enseña no es tal si no va acompañada por la elaboración propia de una reflexión de quien los recibe. Educar no es colmar un depósito de tecnicismos, conceptos y sapiencias ajenas sino que la verdadera educación, -y me refiero especialmente a la educación del menor pero apli
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