Adam Smith nace en 1723 y muere a los 67 años, sobre el final del siglo de las luces, en 1790. Fue amigo íntimo de David Hume y compartió con él su amor por la lógica y la ética. Smith no fue economista, a pesar que se lo considera el padre de la Economía Política moderna por su libro más famoso "La Riqueza de las Naciones" (el título completo de esta obra fue "Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las Naciones" que como veremos más adelante, explica mucho mejor el concepto final de su mensaje). Su primer libro, "La Teoría de los Sentimientos Morales" es la base de su pensamiento ético, que revoluciona esta materia y que por otro lado, es la columna vertebral para la comprensión de su teoría económica que presentará diez y seis años más tarde en "The Wealth of Nations". Smith sostuvo en su primer obra que hay otros sentimientos morales más alla de la templanza o la caridad presentados por las religiones como bases de sus creencias. Adam Smith es más práctico y sostiene que cumplir con la palabra empeñada, con el deber, ser puntual, respetuoso, esforzarse en su trabajo constituyen la esencia y la razón por la cual una persona se siente bien, orgulloso con uno mismo. Y esto no sólo es bueno per se sino que colabora a conformar un fin social, es decir, contagia y consolida una buena comunidad. Es en este marco que debe interpretarse "La riqueza de las Naciones". En este libro Smith sostiene la importancia de la división del trabajo. Con un clásico ejemplo de una fábrica de alfileres donde unos hacen la cabeza del alfiler, otros cortan el metal, otros los afilan y otros los montan, refiere la eficacia de una producción de miles de alfileres diarios contra otro proceso donde cada trabajador hiciera cada alfiler completo y solo llegaran a cien alfileres por día. Es la división del trabajo quien crea más eficiencia y esto sucede tambièn en las naciones, donde el deseo de los hombres a hacer más cosas hace que los intereses idnviduales empiecen a funcionar coordinadamente. Alli describe la "mano invisible" ordenadora del sistema, que se basa en el interés propio de cada uno en lograr precisamente sus intereses (el interés como medida de la acción...). Define esta actitud como un sano egoismo generador de virtudes y de un círculo virtuoso de beneficios para las sociedades que se convertirá a la postre en dinero y educación para sus integrantes. Hemos simplificado la postura económica de Smith pero sólo para intentar responder la llamada "Smith Question". Es que hasta el dìa de hoy se discute la teoría de Adam Smith y muchos lo señalan como el causante de las crisis y craks financieros que de tanto en tanto aparecen en el mundo, como la de 1930 o las hipotecas americanas del 2008 o la actual situación 2010 en Europa. La pregunta que se han formulado los críticos -dicho en forma muy sencilla- se asienta en creer que Smith ha estimulado el egoismo y el exceso de ganancia individual. ¿Si se puede ganar más y más dinero, aun en exceso de lo necesario e inclusive solo pensando en uno mismo, cuál es el límite? ¿Ha creado Adam Smith en su Riqueza de las Naciones la semilla de la codicia desvastadora? Responder afirmativamente esta duda es no analizar integralmente su obra. Es algo asi como matar al cartero. Adam Smith fue un profesor de Etica. Su concepción de la conducta humana en un marco de valores, de respeto a la naturaleza y de sentimientos morales tan precisos como cumplir el deber de cada uno y respetar al otro. Estos conceptos debieran ser la línea de interpretación de este filósofo que aun hoy genera discusiones entre periodistas y economistas. Quizás si en lugar de haberle dado el nombre de "Riqueza de las Naciones" llamáramos a su obra "La Riqueza de las Virtudes" entenderíamos mejor su espíritu...y reflexionaríamos sobre cuáles fueros los valores esenciales de conducta a los que apuntó Smith al hablar de "riqueza". La otra alternativa es analizar las virtudes existentes y titular la obra de una forma opuesta: "La Pobreza de las Naciones" y alli quedaría más claro.
José Ortega y Gasset es recordado, entre otras cosas, por una frase profunda y desafiante de su obra Meditaciones del Quijote: "Yo soy yo y mis circunstancia, y si no las salvo a ella no me salvo yo". Es bastante sencillo explicar el concepto de "circunstancia" yendo a la etimología del concepto ( circuntatia ) que apunta a lo que nos "circunda", es decir a lo que nos rodea, a nuestro entorno, a nuestra cultura, a nuestra historia. La circunstancia de un joven nacido en la jungla africana no es la misma que la del joven nacido en la península escandinava. Yo soy yo y "lo que me ha hecho así o lo que me sigue haciendo así" parecería querer decir Ortega. Y con esta poderosa primera reflexión de su frase nos deja una serie de dudas por responder: ¿Ortega me está diciendo que no soy yo, sino lo que la circunstancia hizo y hace de mi? Si esto fuera así: ¿soy realmente libre o las circunstancias son los barrotes de mi celda que no me han permitido
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