Domingo soleado. Disfruto del verde, de los colores del otoño. Pongo música, leo el diario. Busco el carbón, me ensucio las manos, lucho contra el viento, enciendo el fuego. Traigo la bandeja de madera, la sal, mi cuhillo y no tengo manos para abrir la puerta. "Papá" escucho desde atrás. Apenas me puedo dar vueltas. "Abrime la puerta por favor" alcanzo a decir. Silencio y acciòn. Paso, acomodo como puedo las cosas. Se me cae la sal. "Papá" vuelve a repetir mi hija de doce. Ahora puedo ver que tiene una hoja en la mano y un lápiz. "No ves que estoy ocupado ahora". Silencio mientras me doy vuelta y hago algunos cortes de papel de diario para abajo del carbon. La miro. Ella me mira y hace ruido con el lápiz sobre la mesada. "¿Que querés?" digo en la forma más dulce que suenan esas dos palabras. "Papá, ¿que es para vos la libertad?". Toma el lápiz y lo acerca a la hoja. Miro de costado, como Monzon el día que Briscoe le pegó una trompada y no alcanzaba a entender donde estaba... Pienso. Me mira. Hablo en vos baja: "Libertad es hacer lo que se puede". Toma nota despacio. Me vuelve a preguntar "¿cómo?" para reconfirmar si entendiò bien: "lo - que - se - ¿quiere?". "No" contesto, mientras tomo aire, "lo que se puede". "Ahh, PUEDE. Había entendido QUIERE... Gracias" me dice mientras toma su hoja y se va. Miro el fuego, muevo el carbón. Recupero el pulso. Me quedo pensando. Esto no es hacer un asado, es hacer filosofía...al calor de la parrilla y de la sinceridad. Hacer lo que se puede hacer...Libertad a fuego lento.
" Educar. (Del lat. educāre). 1. tr. Dirigir, encaminar, doctrinar. 2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad ." Estas son las dos primeras definiciones que nos da el Diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra "educar". Mucho se ha escrito sobre el sginificado del término. A mi criterio la educación es esencialmente un proceso de mejora de vida . Educar supone creer especialmente en tres verdades: 1) en el perfeccionamiento de aquel a quien se educa; 2) en su capacidad y deseo de aprender; y 3) en que la transferencia de conocimientos de quien enseña no es tal si no va acompañada por la elaboración propia de una reflexión de quien los recibe. Educar no es colmar un depósito de tecnicismos, conceptos y sapiencias ajenas sino que la verdadera educación, -y me refiero especialmente a la educación del menor pero apli
Comentarios
Publicar un comentario