El hombre se sabe mortal y es tal saber que le despierta a la tarea de pensar. “De algo estoy absolutamente seguro: he de morir, la vida se acaba, tengo días y horas por vivir y mis mejores deseos para que sean muchos y muchos pero no me puedo engañar: este cuerpo que tengo tiene en algún lugar, que no descubro, fecha de caducidad grabada en tinta indeleble. Esto me hace reflexionar: es ahora, es cuando estoy vivo cuando debo pensar bien QUE HACER con esta vida a vivir ". El tema puede generar cierta ansiedad, algo de miedo y hasta un poco de desesperación. Lo reconozco. Pero miremoslo distinto. Pasada esta etapa viene la calma de la reflexión y el camino de regreso de la angustia: “ Es tan cierto que voy a morir como es tan cierto que ahora estoy vivo. Si la muerte significa no estar más presente físicamente en esta vida, debo decir que de algún modo he derrotado ya una vez a la muerte! ¿Cuándo? Cuando nací. Al menos para mi no habrá muerte eterna porque siento la grandeza y la a
Reflexiona, discute, averigua, duda, escucha mucho, di lo que piensas pero piénsalo y saboréalo. Toma una café con la vida, en la mesa del fondo, sobre la ventana, con vista a la puesta de sol, donde se oye el mar y las olas mueven la mente. Invita la casa.