Ir al contenido principal

Darse cuenta

El hombre se sabe mortal y es tal saber que le despierta a la tarea de pensar. “De algo estoy absolutamente seguro: he de morir, la vida se acaba, tengo días y horas por vivir y mis mejores deseos para que sean muchos y muchos pero no me puedo engañar: este cuerpo que tengo tiene en algún lugar, que no descubro, fecha de caducidad grabada en tinta indeleble. Esto me hace reflexionar: es ahora, es cuando estoy vivo cuando debo pensar bien QUE HACER con esta vida a vivir". El tema puede generar cierta ansiedad, algo de miedo y hasta un poco de desesperación. Lo reconozco. Pero miremoslo distinto. Pasada esta etapa viene la calma de la reflexión y el camino de regreso de la angustia: “Es tan cierto que voy a morir como es tan cierto que ahora estoy vivo. Si la muerte significa no estar más presente físicamente en esta vida, debo decir que de algún modo he derrotado ya una vez a la muerte! ¿Cuándo? Cuando nací. Al menos para mi no habrá muerte eterna porque siento la grandeza y la alegría de estar vivo!!

Cuando constata su presencia en la vida el ser humano se exalta, toma conciencia, se alegra, Y es la alegría la que afirma y asume la vida frente a la muerte, frente al miedo, frente a la desesperación. Pero no debiera ser un éxtasis pasajero sino una actividad pensada estratégicamente e ir más allá: a luchar por celebrar la vida, a luchar contra estar anestesiado, a luchar contra el malestar y la queja por todo, a luchar contra el "no darse cuenta", a luchar para estar atento, para sorprenderse y dejarse sorprender, a luchar para divertirse, a luchar para “aligerar” las mochilas y las culpas que se cargan sin saber porque ni para que. Y esta lucha se extiende a la actividad con los amigos porque es la amistad el lazo más fuerte que une a aquellos que sabemos que vamos a morir pero luchamos juntos por vivir bien, de la mejor manera posible. Eso es darse cuenta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Para qué sirve Educar?

" Educar. (Del lat. educāre). 1. tr. Dirigir, encaminar, doctrinar. 2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad ." Estas son las dos primeras definiciones que nos da el Diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra "educar". Mucho se ha escrito sobre el sginificado del término. A mi criterio la educación es esencialmente un proceso de mejora de vida . Educar supone creer especialmente en tres verdades: 1) en el perfeccionamiento de aquel a quien se educa; 2) en su capacidad y deseo de aprender; y 3) en que la transferencia de conocimientos de quien enseña no es tal si no va acompañada por la elaboración propia de una reflexión de quien los recibe. Educar no es colmar un depósito de tecnicismos, conceptos y sapiencias ajenas sino que la verdadera educación, -y me refiero especialmente a la educación del menor pero apli

Salvar mi circunstancia para salvarme yo

José Ortega y Gasset es recordado, entre otras cosas, por una frase profunda y desafiante de su obra Meditaciones del Quijote: "Yo soy yo y mis circunstancia, y si no las salvo a ella no me salvo yo". Es bastante sencillo explicar el concepto de "circunstancia" yendo a la etimología del concepto ( circuntatia ) que apunta a lo que nos "circunda", es decir a lo que nos rodea, a nuestro entorno, a nuestra cultura, a nuestra historia. La circunstancia de un joven nacido en la jungla africana no es la misma que la del joven nacido en la península escandinava. Yo soy yo y "lo que me ha hecho así o lo que me sigue haciendo así" parecería querer decir Ortega. Y con esta poderosa primera reflexión de su frase nos deja una serie de dudas por responder: ¿Ortega me está diciendo que no soy yo, sino lo que la circunstancia hizo y hace de mi? Si esto fuera así: ¿soy realmente libre o las circunstancias son los barrotes de mi celda que no me han permitido

Aprender a Abogar

Si tuviéramos que definir con un solo concepto cual es el objetivo buscado por el sistema de enseñanza del Derecho en la Argentina, seguramente la mayoría coincidiría en que el objetivo aludido es la formación de expertos en leyes. Tan arraigado está este concepto que el común de la gente sintetiza nuestra profesión como “la carrera de Leyes”. Esta no es solamente una definición popular, sino es la síntesis de una realidad palpable: las Facultades de Derecho preparan futuros profesionales conocedores de reglas de conducta obligatorias, es decir se enseña el “qué” del Derecho, pero no el “cómo”. Veamos si lo podemos aclarar. .- El “qué” y el “cómo” del Derecho La currícula de la Carrera de Abogacía está orientada a preparar en forma enciclopédica a los alumnos, obligándolos a estudiar diferentes códigos a fin que sepan aplicar tal o cual norma ante la consulta específica del cliente. Y ante la presencia del conflicto judicial se les enseña nuevamente “leyes”, las llamadas “leyes de fo