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Saber a Tiempo

Hay palabras simples pero complejas. Son aquellas que por tanto utilizar presumimos que conocemos, creemos que dominamos y asumimos que comprendemos, sin reparar en que nada de lo que damos por cierto es cierto. Un ejemplo de lo afirmado es la palabra "Tiempo". ¿Qué es el Tiempo? ¿Que significa el concepto? Si recurrimos al Diccionario de la Real Academia Española sus resultados confirman nuestra advertencia: se le dan diez y siete acepciones en su definición, cantidad que demuestra que no es sencillo definir el término. Entre ellas podemos leer que el Tiempo es: (1) la "duración de las cosas sujetas a mudanza". (2). la "magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro. ". (3)"parte de esta secuencia" o (4) "época durante la cual vive alguien o sucede algo". Hay varias más. Pero me detengo aqui. Todos manejamos el concepto Tiempo. Todos sabemos a que nos referimos pero si nos preguntan que es no sabemos explicarnos. Algo asi fue lo que dijo Agustín de Hipona cuando reflexionó sobre el tema en sus "Confesiones", y parecería que es quien más cerca estuvo de describir una realidad que persiste 1700 años despues de su muerte. Es que el concepto nos invade, nos inunda, palpamos su presencia en a cada momento (y precisamente en esta frase al hablar de "momento" aludimos al tiempo). No hay más que salir y prestar atención para sentir al Tiempo. Voy en auto. Escucho la radio. Anuncian las canciones del verano (que comienza en una hora), que justamente para mañana se pronostican 34 grados de temperatura, que el jueves que viene es Noche Buena. Miro distraído desde el semáforo que me detiene: "Parking: $6 la hora". En un cartel vecino: "Prohibido Estacionar de 8.00 a 20.00hs". Salto con la vista. Me topo con una imagen de una playa alucinante y la inscirpción que dice: "Venga al Caribe. Disfrute nuestras playas todo el año". Estoy sorprendido. El concepto Tiempo me rodea. Miro al cielo en un intento de reflexión vacía. Las nubes se mueven lentamente. Mientras pienso en lo que veo, el sonido de los automóviles me trae a la tierra bruscamente y da cuenta que el semáforo cambió. Me permito avanzar. Hay tráfico. Protesto en silencio. ¿Porqué protesto? Fijo la vista en la entrada del Subterráneo. Leo un cartel descolorido: "Viaje en subte. Gane Tiempo". Me despabilo.

En todos los ejemplos señalados el Tiempo está representado sea en una de las cuatro estaciones del año, en el pronóstico de mañana, en el costo de una hora de estacionamiento o en la prohbición de hacerlo en determinado lugar entre tal y cual hora, en el motivo de la protesta del tráfico, en la nube que no se queda quieta, en la publicidad del metro. Todo eso es Tiempo. ¿De qué estamos hablando entonces?. Pues de algo que transcurre, que pasa, que no está detenido, que se mueve constantemente y que, (ESTO es relevante y crítico), SE MIDE. Medir el tiempo ha sido la gran revoluciòn de la historia. Son mediciones del tiempo el calendario, el día, la hora, los minutos y los segundos. Existen otros símbolos que utilizamos para computar el paso del tiempo y que han existido desde miles de años antes de Cristo (cuando salga el sol, cuando caiga, en la próxima luna llena, cuando llegen las nieves, las lluvias, los barcos al puerto, con la primera estrella...). Todo ello refleja MOVIMIENTO, de la tierra, de los astros, de materia. Y donde hay movimiento hay tiempo transcurrido. Es por ello que hay convenciones sobre el tiempo, en toda ciudad, en todo país, en todo el mundo. Su objetivo es ordenarnos, brindar parámetros comunes (caigo en la cuenta y me pregunto "¿como harían en la antiguedad cuando no medían el tiempo con precisión? No había ni relojes, ni calendarios, ni días de semana. ¿Todos llegaban tarde? ¿Cómo expresaban la idea de "Nos vemos el martes que viene"? ¿No se festejaba el cumpleaños de nadie? ¿No había feriados? En fin, felices los impuntuales...). Vuelvo a la reflexión y me digo a mi mismo: "Está bien. Lo acepto. El tiempo es aquello que transcurre y que nos hace comprender que existió un pasado, que existe un presente y que existirá un futuro". Me tranquilizo. Siento que empiezo a dominar la definición.

Pero no me quedo satisfecho. Hay algo que no puedo descifrar. ¿Qué se entiende por "Presente"? Uso la lógica e intento definirlo por lo que no es: "Presente es aquello que no es pasado ni futuro". Quiere decir entonces que lo que estoy escribiendo ahora es Presente. Pero ¿que es exactamente lo que escribo "ahora"? Si leo lo que escribí quiere decir que es pasado. Si no lo puedo leer, porque no lo escribí todavía, eso es futuro. Joder! ¿Como atrapo al "Ahora"? Hay alguna medida que me diga "el Ahora es una micromilésima de segundo que usted puede disfrutar con una sonrisa mirando a la cámara". Suena bastante estúpido, ¿no? Pues bien, la conclusión surge y me produce escalofríos. Digámsolo de una vez: el "presente" no es asequible, no es comprobable hasta que pasó y por lo tanto no podemos decir que el presente existe en Presente. Sólo existe el inmediato pasado, el pasado mediato y el remoto pero el instante presente se esfuma al intentar detenerlo y conjugarlo en presente mientras el futuro no se alcanza porque aun no está construído...y cuando lo esté, ya olvidamos al tiempo futuro para mirarlo desde tiempo pasado. Es fuerte pero es verdad. Las pruebas de vida del presente son el pasado. El presente significó acción y la suma de las mismas construyen ese pasado. Es que el pasado tuvo acción y el futuro la tendrá pero ambos no la tiene en presente. Aquello que interpreto como el "ahora", es precisamente porque sucedió, porque pasó, es decir que fue, no que es.... y asi confirmo mi sentencia: complejidad en presenciar el tiempo...

Continúo pensando. Estoy algo aturdido. Ya no se si vivo el presente, predigo el futuro o construyo el pasado pero lo que si se es que del pasado al futuro hay una estación que debe transitarse y que se denomina Presente. Por lo tanto el "Presente" exisitió aunque lo miremos con perspectiva. Tomo aire. Reflexiono. El tema radica entonces en establecer una unidad básica de medida de dicha estación llamada "Presente".

El Tiempo Presente es la Vida que vivo. Asi nos los decía Heidegger con su "Dassein": el existente humano. Construyo mi vida todos los días consumiendo ese presente y archivándolo en el pasado. Entender al tiempo es entender la muerte. Comprender que la vida humana es transcurso de distintos presentes nos introduce a la cuestión de nuestra finitud, de ser temporales justamente, por el transcurso de este concepto, es decir del tiempo, hecho de pasados, presentes y futuros que pasaron y con esperanzas de futuros que no tienen certeza pero quizás pasarán.

Ahora comprendo porque es dificil definir el concepto, porque hace a la vida misma y porque desconocemos su dimensión. No sabemos su tamaño. El acecho de la muerte debería hacer extremadamente deseable disfrutar el tiempo, ese instante de futuro que convertiremos en presente y ese instante del presente que llamaremos pasado. Asi hemos de construir nuestra vida, viviendo el tiempo. Ser conscientes de su significado debería obligarnos a celebrarlo, a mimarlo, a cuidarlo. Al final del día Tiempo es sinónimo de vida y saber a tiempo lo que significa... es disfrutar tu vida.

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