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Estoicismo: Que cambien los deseos

Nace en el siglo III a.c. en la puerta de entrada a la ciudad de Atenas, donde Zenon de Citio decide fundar su escuela que toma el nombre de "Stoa" o pórtico de ingreso a la polis griega. Zenon fue discípulo del Cinismo, del filosofo Creta a quien siguió de joven adhiriendo a sus principios y enseñanzas. Luego no contento con sus conlusiones resolvió fundar su propia doctrina que se conoció como Estoicismo y se mantuvo vigente hasta el siglo II después de Cristo, en plena epoca del Imperio Romano donde encontró su plenitud con sus representantes mas famosos como Lucio Seneca, Epicteto y el emperador y filosofo Marco Aurelio.

El estoicismo parte de la base de definir y enfatizar que lo mas importante en la vida de un hombre es comprender que es aquello que depende de el. Esta es su columna vertebral. Los hombres deben distinguir aquello que depende de ellos mismos de aquello que no depende de su accion. Y este principio tiene una relevancia clave en su doctrina: para el estoico la dependencia mayor del hombre son sus deseos ( o intereses) y sus creencias. Y a ellos deben ajustar sus objetivos. En esta linea de pensamiento para el estoicismo si alguien pretende acceder a un deseo que se le convierte en imposible, en inalcanzable, el remedio estoico es modificar su deseo y ajustarlo a aquello que si puede alcanzar. Lo que produce es un cambio de realidades, una gambeta al deseo inaccesible para cambiarlo por uno al que si se pueda acceder.

Veamoslo con un ejemplo sencillo para entender el planteo y luego analizarlo. Si alguien pretende determinado habitacion y se le hace imposible conseguirla, lo que debe modificar es su pretensión y alegrarse con la habitación que si puede conseguir. Es decir, el estoicismo no enseña que debemos resignarnos y aceptar el dolor de no conseguir la casa que deseamos, sino que debemos desear la habitación que podemos y llenarnos de gozo por acceder a ella. Propone un cambio de paradigma: nadie debe sentirse frustrado y deprimido por no acceder a lo que el cree que es su deseo sino sentirse feliz por lo que tiene, por lo que puede hacer y lograr. Ese ultimo es la verdadera representación de su deseo y depende de su voluntad (la dependencia como regla de oro del estoicismo).

Naturalmente los deseos y los intereses del ser humano ponen en tela de juicio este planteo estoico. Deseo la inmortalidad. Pues ese deseo implica que lo que deseas es no morir por el temor a la muerte. Pero ese temor, esa creencia depende del ser humano y para los estoicos si depende de uno no temer, ese deseo se hace realidad con disciplina y esfuerzo. Es lo que los estoicos denominan "gymnazein" que requiere de suma dedicación y caminos difíciles pero que hacen posible los deseos que de nosotros dependen. Esta es su receta de la felicidad. Para el estoicismo nada debe perturbarle. Esa es la ataraxia, la plena sensación de paz, de calma, de serenidad (asimilable al Nirvana oriental) cuando el ser humano es consciente que quiere lo que puede. Allí se da la tranquilidad del orden.

El fundamento estoico ha tenido enorme repercusión en la vida moderna. Fue fuente de inspiración de Descartes, de Kant y de tantos otros filósofos y sabios. La base de sus argumento ha ayudado al psicoanálisis. Cuantos traumas mentales se deben a perseguir deseos inaccesibles, imágenes, símbolos, objetivos errados donde la piedra angular del tratamiento del profesional esta en demostrarle al paciente que ese amor fallido, que ese objetivo trunco o que determinado fin buscado debe ser modificado por aquel que la realidad indica. El estoicismo ha producido poco material escrito pero las Cartas a Lucilo, los Manuales de Epicteto y la valentía y serenidad de la muerte de Seneca nos han dejado un testimonio extraordinario que aun hoy los manuales de auto ayuda siguen resumiendo. "Que cambien los deseos" parece ser su mandamiento exlusivo, porque querer es poder si de nosotros depende.

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