Ir al contenido principal

¿Con Mayúcula o con minúscula?

1) Creo en dios. Como concepto, no como Ser. En otra reflexión explicaré que significa creer en el concepto dios pero en esta Entrada quiero hacer otro tipo de reflexión. Creí en ese Ser porque asi me lo enseñaron de chico y no tan chico, pero cuando me puse a pensar en profundidad, me di cuenta que para mi no era creíble. Respeto, amo y admiro a muchos (no a todos) de los que creen en Dios, con mayúscula, es decir como ser supra-humano, hacedor de todo el universo. Los comprendo, pero, con todo cariño no estoy de acuerdo con ellos. Vamos a ver si puedo explicar porque...

2) Pareceria que el argumento mas fuerte de los que creen en ese Dios hacedor y juez de nuestras vidas es que este es la causa primaria de todo lo que existe. Su principal argumento es que alguien debe haber dado un diseño inteligente y un "puntapie inicial" ya sea al Big Ban o como quisieramos llamar al comienzo del universo. Dios seria este arquitecto y constructor de los cielos, de las estrellas, planetas y todo cuanto hay en su interior (me refiero a los "inmuebles" por supuesto...el mobiliario ya seria otra cuestion).

3) En definitiva, para quienes sostienen esta linea argumental, no es posible que el universo, y en ese marco nuestro planeta tierra -aunque no se mas que un atomo comparado con la dimension estelar donde cientos de miles de millones de figuras planetarias y estelares coexisten en el "vecindario"-, exista porque si. La naturaleza terrestre, sus animales, sus peces y demas seres vivientes que la habitaron desde siglos y siglos antes que el hombre, existen por alguna causa fuente creadora. Alguien los creo, y ese creador, explican, es un Ser (no olvidemos la mayúsucula) que tiene imagen y semejanza con los seres humanos que habitan este diminuto punto del universo -no dan detalles si tambien tiene semejanza con algun otro ser que habita de uno de los cientos de miles de millones planetas vecinos-. Este ser le llaman Dios, o El Supremo, o El Señor y por supuesto recibe diferentes denominaciones que exaltan su característica divina.

4) Lo que no explican quienes asi piensan es porque los seres humanos -semejantes y con similar imagen a ese Dios, como dice la Biblia- debieron haber sido creados por alguien y porque ese ser que llaman Dios no. La pregunta es sencilla: si no se explica la existencia de un ser salvo que haya un creador de ese ser, porque en el caso de otro ser -como este que nos habria creado- no somos igual de inflexibles y nos preguntamos quien lo creo a el. ¿Quien creo a la "causa primaria"? Es decir, ¿quien creo a Dios?

5) La respuesta obligada de los que sostienen la teoria del ser creador de todo es que este no se creo. Es infinito en el tiempo. Siempre estuvo y siempre existio. No hubo comienzo en el. No hubo un momento cero. Nunca "nacio" para emplear un concepto que se le aplica a los seres humanos que somos semejantes a el.... Y aqui nacen las dudas. "A su imagen y semejanza" dice la Biblia "ma non troppo". ¿Como podemos decir que este ser es similar a nosotros si caemos en la cuenta que por de pronto tiene dos elocuentes diferencias: este ser no nacio, ni por supuesto se ve afectado por la unica certeza que conocemos los seres humanos: la muerte?. ¿Cual es la semejanza entonces?

6) Diran que solo la "imagen", es decir la pinta... Dios seria parecido a nosotros. Esto debe querer decir que tiene una cara, una cabeza, un cuerpo. ¿Sera esta la semejanza? ¿Y sera hombre, sera mujer, sera muy alto, de raza negra, amarilla o negra, muy joven, flaco, gordo, muy adulto o que edad representara? Quizas estas preguntas son muy banales. "Dios como Ser es todo ello y mucho mas, por eso es semejante a los seres humanos", dicen los que defiendes la postura del Dios creador. Seria un ser polifacetico donde lo que menos importancia tiene es la imagen si no lo realmente relevante es su ser interior, no el exterior. Con esta explicacion las dudas no se disipan. Se aumentan. Vamos a ver: la semejanza de este ser infinito, que siempre estuvo, que nunca nacio y que no muere, estan en su "cerebro" (quizás nos diran que es muy poco respetuoso hablar del "cerebro" de ese Dios pero pido disculpas ya que en el fragor del ticky, tiki de las teclas debo encontrar una línea argumentar). Pues bien, lo que queremos ver es en que somos semejantes y por tanto refiramonos a su "cerebro" o mejor dicho "capacidad interior", es decir a sus valores y facultades. Por ejemplo: ¿Es ese Dios, Ser, libre como lo somos sus semejantes aqui en la tierra? Pues si la libertad es sinonimo de independencia y se manifiesta en la posibilidad de cambiar de manera de pensar, de discernir y tomar la decision que mejor nos parezca en el momento que se nos ocurra, no encuentro que este Dios con mayúscula, creador de todo lo que existe, sea tan libre que digamos.

7) Los seres humanos somos libres y responsables. Tenemos leyes que respetar pero justamente nuestra libertad permite que las obedezcamos o que las cuestionemos o las desobedezcamos. De alli la consecuente responsabilidad. Ahora bien este Dios creador que analizamos no solo creo materia, -montañas, mares y seres vivientes- sino que creo mandamientos, normas....y responsabilidades. El ser humano podra quebrantarlas pero es responsable. ¿Esta es la semejanza con Dios? ¿Es el libre de incumplir normas y por tanto atenerse a responsabilidades? Si no es asi, ¿donde esta su libertad? ¿Cual es la semejanza en este sentido con la del ser humano??
No encuentro respuesta. Mi inclinacion es creer que este ser creador llamado Dios no es libre, al menos no lo es en semejanza a como nosotros consideramos la libertad. Este ser sin tiempo no cambia nunca. Es rutina. Siempre es igual, respeta las normas y depende de ellas. Su libertad en este marco no es asimilable a la nuestra. En esto no va la semejanza. Debemos pensar en otro plano, en otra dimension que nos indique donde esta la "imagen y semejanza". Somos libres. Hagamoslo en otro momento...

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Para qué sirve Educar?

" Educar. (Del lat. educāre). 1. tr. Dirigir, encaminar, doctrinar. 2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad ." Estas son las dos primeras definiciones que nos da el Diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra "educar". Mucho se ha escrito sobre el sginificado del término. A mi criterio la educación es esencialmente un proceso de mejora de vida . Educar supone creer especialmente en tres verdades: 1) en el perfeccionamiento de aquel a quien se educa; 2) en su capacidad y deseo de aprender; y 3) en que la transferencia de conocimientos de quien enseña no es tal si no va acompañada por la elaboración propia de una reflexión de quien los recibe. Educar no es colmar un depósito de tecnicismos, conceptos y sapiencias ajenas sino que la verdadera educación, -y me refiero especialmente a la educación del menor pero apli

Salvar mi circunstancia para salvarme yo

José Ortega y Gasset es recordado, entre otras cosas, por una frase profunda y desafiante de su obra Meditaciones del Quijote: "Yo soy yo y mis circunstancia, y si no las salvo a ella no me salvo yo". Es bastante sencillo explicar el concepto de "circunstancia" yendo a la etimología del concepto ( circuntatia ) que apunta a lo que nos "circunda", es decir a lo que nos rodea, a nuestro entorno, a nuestra cultura, a nuestra historia. La circunstancia de un joven nacido en la jungla africana no es la misma que la del joven nacido en la península escandinava. Yo soy yo y "lo que me ha hecho así o lo que me sigue haciendo así" parecería querer decir Ortega. Y con esta poderosa primera reflexión de su frase nos deja una serie de dudas por responder: ¿Ortega me está diciendo que no soy yo, sino lo que la circunstancia hizo y hace de mi? Si esto fuera así: ¿soy realmente libre o las circunstancias son los barrotes de mi celda que no me han permitido

Aprender a Abogar

Si tuviéramos que definir con un solo concepto cual es el objetivo buscado por el sistema de enseñanza del Derecho en la Argentina, seguramente la mayoría coincidiría en que el objetivo aludido es la formación de expertos en leyes. Tan arraigado está este concepto que el común de la gente sintetiza nuestra profesión como “la carrera de Leyes”. Esta no es solamente una definición popular, sino es la síntesis de una realidad palpable: las Facultades de Derecho preparan futuros profesionales conocedores de reglas de conducta obligatorias, es decir se enseña el “qué” del Derecho, pero no el “cómo”. Veamos si lo podemos aclarar. .- El “qué” y el “cómo” del Derecho La currícula de la Carrera de Abogacía está orientada a preparar en forma enciclopédica a los alumnos, obligándolos a estudiar diferentes códigos a fin que sepan aplicar tal o cual norma ante la consulta específica del cliente. Y ante la presencia del conflicto judicial se les enseña nuevamente “leyes”, las llamadas “leyes de fo