Ir al contenido principal

Borges: Y uno aprende...

Despúes de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma
y uno aprende
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender...
que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos
y uno empieza a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno del mañana
es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen forma
de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende de que, si es demasiado,
hasta el calor del sol quema.
Asi que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar
que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar
que uno es realmente fuerte,
que uno realmente vale.
Es que con cada día, uno aprende
.
Jorge Francisco Isidoro Borges, luego conocido como Jorge Luis Borges, nació en el siglo XIX, sobre el final del mismo, el 24 de Agosto de 1899. Su padre lo registró sin el nombre "Luis" que recién en 1939, adicionó con la prueba de sus cuatro nombres que si figuraban en su certificado de bautismo de la parroquia San Nicolás de Bari del barrio de Recoleta en su querida Buenos Aires. No hay palabras para definir el genio que creció dentro de esa mente brillante que hizo magia con las letras, poesía con su sabiduría, ensayos con sus reflexiones y cuentos con su enmascarada fantasía de tesoros literarios sin igual. Ocultó, con su magnífica ironía, un tratado filosófico en sus escritos de toda una vida que sigue un hilo conductor donde el infinito, el caos y el cosmos, la personalidad y el tiempo entretejen una presencia constante que lo desespera, apasiona, divierte y ocupa. Borges es. Borges no fue. Su sapiencia originó un elixir de vida sin fin. Otros escritores escriben. Borges hizo algo diferente. Sus obras le llevaron a construir un monumento de dimensión incalculable y todavía no descubierto, que le hace inmortal. Su fino sentido del humor y su inteligencia inmedible nos siguen haciendo pensar cuál broma genial nos ha legado que aun no hemos percibido, que cosas nos quizo decir que aun no comprendemos, que fue lo que vieron sus ojos, por paradógijo que esto resulte, que el ojo de nadie vió. Y uno aprende a homenajearlo con la admiración y el orgullo de un porteño que ha vivido en su barrio, con la intriga y el sentimiento de gratitud y cariño al Maestro que nos enseñó y continúa enseñando, donde sus rompecabezas de letras e ideas son un suave masaje al alma que nos deja un mensaje al oído, un susurro casi imperceptible, con su voz lenta de tono grueso y musical que nos dice: "sigan leyendo, soy Borges"... Y uno aprende...

Comentarios

Entradas populares de este blog

A su manera

La frase  “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo” , formulada por José Ortega y Gasset en Meditaciones del Quijote (1914), constituye uno de los núcleos más vitales del pensamiento filosófico en lengua española. Ya ha sido objeto de análisis en este Blog pero reflexiones posteriores me obligan a hacer esta actualización de mi cavilación. Su potencia es tal que amerita analizarse con el paso del tiempo y reside no solo en la afirmación del sujeto como ser situado —inseparable de su contexto vital—, sino en la exigencia ética contenida en esa segunda mitad:  “si no la salvo a ella no me salvo yo”.  La pregunta que queda pendiente a responder es: ¿Soy yo el mismo yo el que la ha "salvado" hace diez años atrás? ¿Aquella "salvación" es la misma que haría ahora? Estas inquietudes han dado origen a esta segunda profundización sobre la frase de Ortega. Lo explico a continuación.     Tradicionalmente, se ha interpretado que...

Salvar mi circunstancia para salvarme yo

José Ortega y Gasset es recordado, entre otras cosas, por una frase profunda y desafiante de su obra Meditaciones del Quijote: "Yo soy yo y mis circunstancia, y si no las salvo a ella no me salvo yo". Es bastante sencillo explicar el concepto de "circunstancia" yendo a la etimología del concepto ( circuntatia ) que apunta a lo que nos "circunda", es decir a lo que nos rodea, a nuestro entorno, a nuestra cultura, a nuestra historia. La circunstancia de un joven nacido en la jungla africana no es la misma que la del joven nacido en la península escandinava. Yo soy yo y "lo que me ha hecho así o lo que me sigue haciendo así" parecería querer decir Ortega. Y con esta poderosa primera reflexión de su frase nos deja una serie de dudas por responder: ¿Ortega me está diciendo que no soy yo, sino lo que la circunstancia hizo y hace de mi? Si esto fuera así: ¿soy realmente libre o las circunstancias son los barrotes de mi celda que no me han permitido ...

Kant y las redes sociales

Immanuel Kant fue el filósofo por antonomacia del siglo XVIII. Nació en 1724 y murió en 1804. Fue él quien que le dió nombre a su época: el siglo de la Ilustración. Lo que es interesante recordar, para hacer una reflexión con el contexto actual que estamos viviendo, es porqué se utilizó el términio "iustración" para identificar esos años. Veamos el tema desde el princiío. Ilustrar supone el concepto de "iluminar" o dar luz, es por eso que también se conoce a este siglo XVIII como el de "las luces" ya que la consigna fue, para Kant y para muchos pensadores de aquel entonces, salir de la "oscuridad" y de la superstición, de los prejuicios y la ignorancia. Para ello Kant utiizó una frase memorable que pretenció despertar a la sociedad de esos tiempos de su letargo: "La Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad" , y explicó esa minoría con su grito reflexivo: "Sapere aude" o "Atrévete a saber...