Ir al contenido principal

Camus: Ser humano, ser hombre

Albert Camus nació en el año 1913 en Argelia, en una ciudad pequeña llamada Mondovi. Descolló y marco un hito en la historia del siglo pasado, conviviendo con dos guerras mundiales (la primera de las cuales se llevó a su padre) y con los violentos movimientos independentistas argelinos, pero su forma de dar pelea fue con la pluma como arma. Así fue que brilló e impactó en el alma de millones de seres humanos como escritor de novelas, ensayos, obras de teatro, como periodista, como filósofo, como luchador por sus ideas políticas y por la vida. Fue anarquista por convicción romántica, las mas linda de las convicciones de un intelectual profundamente humano. Ganó el Premio Nobel de Literatura a los 44 anos, galardón que dedicó, en un discurso célebre por su emotividad, a su maestro de primaria y a su madre analfabeta. Allí defendió a corazón abierto la función del escritor artista colocándose del lado de los débiles. Dijo allí Camus que el escritor está al servicio de quienes sufren la historia: "Si no lo hiciera quedaría solo, privado hasta de arte. Todos los ejércitos...con sus millones de hombres no le arrancarán de la solead aunque consienta en acomodarse a su paso y, sobre todo, si lo consintiera. Pero el silencio de un prisionero desconocido basta para sacar al escritor de su soledad, cada vez, al menos, que logra en medio de los privilegios de su libertad de escribir, no olvidar ese silencio y trata de recogerlo y reemplazarlo para hacerlo valer mediante todos, todos los recursos del arte". Albert Camus se consagró a la grandeza de su oficio al servicio de los dos grandes valores que el escritor debe proteger: la libertad y la verdad. En sus extraordinarias novelas como El Extranjero, La Peste, en sus fabulosos ensayos filosóficos como El hombre Rebelde, El mito de Sísifo o en sus intensas y magistrales obras teatrales como Calígula o Los Justos dejó las enseñanzas de vida de un Maestro del que su sabiduría y trato cariñoso, cuesta olvidar donde nos deja hasta mensajes de nobleza ejemplar (en la obra Los Justos hasta parece parodiar su pelea con Jean Paul Sartre con los personajes Yanek y Stepan Federov dejando al final un gesto de humanidad hasta en sus puntos de vistas distintos y violentos). Camus fue un ser humano diferente que planteó un arte escrito que innovó presentando sus convicciones ideológicas (fue comunista y con el transcurso de los años abandonó su ideología, no sin que este giro le causare problemas con la izquierda de Francia, país al que amaba profundamente) y su oposición a creencias religiosas o abstracciones que separen al hombre de su esencia humana. Y es tan fuerte este deseo de Camus de defender la más pura raíz del ser que defiende y enaltece, como un visionario, la relación del hombre con la naturaleza, con el medio ambiente, escribiendo relatos como “Bodas” donde el vínculo no es entre dos amantes, sino entre la persona y el éxtasis que produce un lugar (como “Bodas en Tipasa”) que se infiltra en el cuerpo, con una intensidad dulce y sensual. Albert Camus murió a los 46 años en Enero de 1960 en un accidente de automóvil que no debió ocurrir. En su bolsillo se encontró un manuscrito. No podía ser de otro modo: escribía sobre ser hombre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Salvar mi circunstancia para salvarme yo

José Ortega y Gasset es recordado, entre otras cosas, por una frase profunda y desafiante de su obra Meditaciones del Quijote: "Yo soy yo y mis circunstancia, y si no las salvo a ella no me salvo yo". Es bastante sencillo explicar el concepto de "circunstancia" yendo a la etimología del concepto ( circuntatia ) que apunta a lo que nos "circunda", es decir a lo que nos rodea, a nuestro entorno, a nuestra cultura, a nuestra historia. La circunstancia de un joven nacido en la jungla africana no es la misma que la del joven nacido en la península escandinava. Yo soy yo y "lo que me ha hecho así o lo que me sigue haciendo así" parecería querer decir Ortega. Y con esta poderosa primera reflexión de su frase nos deja una serie de dudas por responder: ¿Ortega me está diciendo que no soy yo, sino lo que la circunstancia hizo y hace de mi? Si esto fuera así: ¿soy realmente libre o las circunstancias son los barrotes de mi celda que no me han permitido

¿Para qué sirve Educar?

" Educar. (Del lat. educāre). 1. tr. Dirigir, encaminar, doctrinar. 2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad ." Estas son las dos primeras definiciones que nos da el Diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra "educar". Mucho se ha escrito sobre el sginificado del término. A mi criterio la educación es esencialmente un proceso de mejora de vida . Educar supone creer especialmente en tres verdades: 1) en el perfeccionamiento de aquel a quien se educa; 2) en su capacidad y deseo de aprender; y 3) en que la transferencia de conocimientos de quien enseña no es tal si no va acompañada por la elaboración propia de una reflexión de quien los recibe. Educar no es colmar un depósito de tecnicismos, conceptos y sapiencias ajenas sino que la verdadera educación, -y me refiero especialmente a la educación del menor pero apli

Insociable Sociabilidad

No se han percatado aquellos que atacan a la palabra “egoísmo”, que justamente su virtud principal es ser el motivo, la razón, el origen del interés por lo ajeno, del interés del prójimo. Veamos un fundamento. Immanuel Kant, acuñó, pocos años antes de la Revolución Francesa, el concepto de “Insociable Sociabilidad”. Kant apuntaba con este término al antagonismo que existe desde que el hombre es hombre a colocar en tensión dos sentimientos enfrentados: por un lado su inclinación a vivir en sociedad, y por el otro su deseo de aislarse, de individualizar su capricho. Esta situación tiene su origen en el egoísmo y produce una amenaza, un clima de hostilidad, de resistencia. Y ese ese antagonismo el que hace nacer en el ser humano una energía especial que le hace vencer la comodidad, la pereza y que le inyecta ambición, afán de una posición entre sus congéneres de quienes no puede prescindir. Sostiene Kant que esta “insociable sociabilidad”, hizo que el ser humano desarrolle talentos, maner