Nada es lo que parece. Hoy no se termina un año, ni tampoco nace uno nuevo. Esta es solo una estipulación o convención social, una ficción diseñada por alguna mente brillante (o no tanto, porque la historia dice que le pifió en el cálculo) para que vos y yo (y tantos más) ordenemos nuestra vida de acuerdo a parámetros de medición del tiempo. Pero lo que hoy muere y lo que hoy nace no es un número 2018 fijado por una pauta religiosa, histórica y/o política. De lo que se trata es algo distinto. Hoy nace una oportunidad. Y esto significa que nace "un momento o circunstancia adecuada para realizar o conseguir algo". El cambio de cifra nos brinda un espacio nuevo, que no conocemos por la sola razón de pertenecer al futuro, pero que conocemos porque la esencia de los días pasados no se modifican, solo la estipulación abre la puerta a la ficcion y a la nueva ocasión que ella supone. La reflexión, entonces, casi obligada, es qué hacer con ella. Y aquí surgen y fluyen las preguntas pr
Reflexiona, discute, averigua, duda, escucha mucho, di lo que piensas pero piénsalo y saboréalo. Toma una café con la vida, en la mesa del fondo, sobre la ventana, con vista a la puesta de sol, donde se oye el mar y las olas mueven la mente. Invita la casa.