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¿Por qué pensar?

Es cierto. Esta Entrada debió haber estado antes. De alguna manera lo estuvo aunque escondida detrás de otras reflexiones. Pero es el día de hoy, y desde Brasil, que quiere levantar la mano y ganarse un lugar como cualquier otra. Pues bien, aqui va.

Cuando me refiero a Pensar, me estoy refiriendo a una búsqueda profunda. No se trata de bucear con snorkel en la superficie del mar. Me refiero a buceo con tanques y peso en el cinturón que me permita descender bien abajo para ver las maravillas que alli habitan y que no se ven con el pequeño tubo que permite respirar con corto alcance para solo pasear y nadar (nunca mejor empleado la palabra "nada-r") en la superficialidad. No. Me refiero a pensar en serio. El diccionario nos brinda un significado que me interesa resaltar. Define al pensar como: "Reflexionar, examinar con cuidado algo para formar dictamen". Y cuando de esto se trata aparece la Filosofía. Y es lógico que asi sea. Los Filósofos son precisamente esos buzos del pensamiento que desde la Grecia antigua recorrieron el fondo de los misterios, de las incertidumbres y de las creencias y nos brindaron la base fundamental de lo que hoy seguimos discutiendo y analizando. Es exactamente asi. Pensar a fondo es encontrar una idea ya evaluada, analizada y muchas veces ya escrita pero lo realmente entusiasmante que el matiz, el estilo, la dinámica, la cronología y el vocabulario es absolutamente personal y propiedad privada de quien piensa. Esto le agrega un condimento especial: la elaboración del pensamiento propio, la confección de una reflexión es un peldaño que se sube y nos permite crecer. El pensar nos hace escalar. Coloca nuestra cabeza más arriba. Nos da perspectiva y le da a nuestra visión un mayor alcance donde se focaliza mejor y se comprende la vida. Por eso me gusta pensar, porque el pensar es aprender a vivir constantemente, a estar atento, a disfrutar la vida. Esto merece la alegría y responde el por qué pensar.

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