Ir al contenido principal

Sócrates y Cristo: Paralelos en la muerte, como en la vida.

Sócrates vivió desde el año 470 al 399 antes que naciera él. Cristo lo hizo desde el año cero al treinta trés.

La historia del pensamiento universal se divide desde Sócrates en adelante. El origina la Filosfía del diálogo, de la búsqueda de la verdad, de la pregunta constante. A sus antecesores se les denomina "Pre-socráticos" y a los que le siguieron debiera agregársele el "Post". La humanidad cambia con el nacimiento de Cristo. El impacto de su vida ha sido tan profundo que la cronología de la historia estableció sus bases en su existencia. El calendario giró: previo o posterior a Cristo.

Sócrates, maestro de Platón, nunca escribió nada. Fue justamente este seguidor y alumno quien, especialmente, relató sus conversaciones, sus discursos, sus convicciones y asi su vida de adulto. Jesucristo tampoco escribió. Fueron también sus discípulos quienes lo hicieron y relataron sus metáforas, sus obras, su pensamiento sin escribir tampoco sobre su niñez o adolescencia.

Sócrates, al igual que Cristo, aceptó que venía enviado por un dios y vivió humildemente, como un pobre. Los dos vivieron cerca de los que menos tenían. Dice Platón en su "Apología de Sócrates" que en oportunidad de su defensa, en el Juicio donde lo condenarían a muerte, sostuvo: "...yo vengo a ser alguien que ha sido dado a la ciudad por el dios. No es muy humano que yo haya descuidado mis intereses durante tantos años para ocuparme siempre de las cosas de ustedes, acudiendo a cada uno en particular como un padre o un hermano mayor y echortándolos a practicar la virtud...Suficiente testigo es el que ofrezco de que digo la verdad: mi pobreza". Jesucristo sostendría y predicaría conceptos muy similares 400 años después en sus Bianeventuranzas evangélicas.

Sócrates llamo a sus seguidores a ocuparse de su valor espiritual más que el material: "¿Como es que siendo atenienses, de la ciudad de mayor fama por su sabiduría no te avergüenzas de dedicarte sólo a adquirir fortuna, gloria y honores, sin preocuparte nada de la adquisición de la verdad y de mejorar tu alma?". Cristo sostendría la misma esencia de discurso según Mateo, Lucas, Marcos y Juan.

Sócrates y Cristo mueren con juicio previo. Condenados por jueces indolentes pero juzgados por razones similares: por blasfemar al adjudicarse origen divino, por perturbar la paz social, por pensar distinto y especialmente por influir en las creencias de las comunidades donde vivieron. Ambos fueron sentenciados a morir y ambos tuvieron la posibilidad de intentar escapar y luchar por sobrevivir pero prefirieron la muerte como puerta de ingreso a la vida futura. Murieron por sus ideas, por su testimonio, por ser fieles a lo que creían justo. Dijo Sócrates en su alegato final: "Temer a la muerte es creerse sabio sin serlo, puesto que es creer que se sabe lo que no se sabe...Jamás le esquivaré... Si fuera absuelto sobre la base que nunca más pasara el tiempo filosofando...les contestaría: Yo los respeto señores atenienses pero debo obedecer al dios antes que ustedes y mientras tenga un soplo de vida y pueda hacerlo, no cesaré de filosofar".

Defendieron valores y lucharon por caminos no iguales, pero paralelos, más cercanos a lo que la religión acepta. La cicuta y la cruz, fueron herramientas distintas para construir los mejores alta voces de sus ideas. La mejor evidencia de su eficiencia es que todo fue, antes y despúes... de ellos. Esto si los iguala y los hace grandes. Pensemos. ¿En qué se diferencian?

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Los dos existen, pero se cree, sólo se cree que uno aún sigue viviendo... Mientras que Sócrates nos guió en busca de una verdad, una verdad que nos compete a c/u, en nuestra búsqueda de la armonía interna y así exteriorizarla; la única que considero válida, por el hecho que tiene una ciencia que lo confirma ¿Cuál? la (con)ciencia. Cristo, no sólo se considero una hecho, sino también un arma, una llave para comunicarse con el mundo. No cabe duda que la Biblia manifiesta realidades entorno a la Vida, pero ello no justifica que por miedo humano, que se traduce a un desorden psicológico, por desconocimiento o ignorancia espiritual caigamos en una creencia la cual nosotros mismos generamos, como quien dice "Dios no creo humanos, los humanos crearon a Dios" Nuestra fe, una fe que proviene únicamente de nuestro corazón hace posible la creación de un Ser supremo. ¿Con qué fin? Respaldar nuestras irresponsabilidades, por miedo a morir siendo culpables, y no responsables.
    Mi filosofía: nacemos solos, vivimos solos y morimos solos. Y cada quien es dueño y responsable de sus actos, o que no los diga la más clara y gráfica representación de ello: El Calentamiento Global.

    Mis respetos ilustre desconocido, tus escritos son tan explícitos. Como explicas algo tan complejo para muchos de una manera tan sencilla y comprensible. ¡Felicitaciones! Y salud, para seguir endulzando tu camino y tus alrededores con la sabiduría que solo implica reconocerla.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Para qué sirve Educar?

" Educar. (Del lat. educāre). 1. tr. Dirigir, encaminar, doctrinar. 2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad ." Estas son las dos primeras definiciones que nos da el Diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra "educar". Mucho se ha escrito sobre el sginificado del término. A mi criterio la educación es esencialmente un proceso de mejora de vida . Educar supone creer especialmente en tres verdades: 1) en el perfeccionamiento de aquel a quien se educa; 2) en su capacidad y deseo de aprender; y 3) en que la transferencia de conocimientos de quien enseña no es tal si no va acompañada por la elaboración propia de una reflexión de quien los recibe. Educar no es colmar un depósito de tecnicismos, conceptos y sapiencias ajenas sino que la verdadera educación, -y me refiero especialmente a la educación del menor pero apli

Salvar mi circunstancia para salvarme yo

José Ortega y Gasset es recordado, entre otras cosas, por una frase profunda y desafiante de su obra Meditaciones del Quijote: "Yo soy yo y mis circunstancia, y si no las salvo a ella no me salvo yo". Es bastante sencillo explicar el concepto de "circunstancia" yendo a la etimología del concepto ( circuntatia ) que apunta a lo que nos "circunda", es decir a lo que nos rodea, a nuestro entorno, a nuestra cultura, a nuestra historia. La circunstancia de un joven nacido en la jungla africana no es la misma que la del joven nacido en la península escandinava. Yo soy yo y "lo que me ha hecho así o lo que me sigue haciendo así" parecería querer decir Ortega. Y con esta poderosa primera reflexión de su frase nos deja una serie de dudas por responder: ¿Ortega me está diciendo que no soy yo, sino lo que la circunstancia hizo y hace de mi? Si esto fuera así: ¿soy realmente libre o las circunstancias son los barrotes de mi celda que no me han permitido

Aprender a Abogar

Si tuviéramos que definir con un solo concepto cual es el objetivo buscado por el sistema de enseñanza del Derecho en la Argentina, seguramente la mayoría coincidiría en que el objetivo aludido es la formación de expertos en leyes. Tan arraigado está este concepto que el común de la gente sintetiza nuestra profesión como “la carrera de Leyes”. Esta no es solamente una definición popular, sino es la síntesis de una realidad palpable: las Facultades de Derecho preparan futuros profesionales conocedores de reglas de conducta obligatorias, es decir se enseña el “qué” del Derecho, pero no el “cómo”. Veamos si lo podemos aclarar. .- El “qué” y el “cómo” del Derecho La currícula de la Carrera de Abogacía está orientada a preparar en forma enciclopédica a los alumnos, obligándolos a estudiar diferentes códigos a fin que sepan aplicar tal o cual norma ante la consulta específica del cliente. Y ante la presencia del conflicto judicial se les enseña nuevamente “leyes”, las llamadas “leyes de fo