Diversas publicaciones de organismos multilaterales, de especialistas y de encuentros de ministros han analizado el impacto del COVID-19 en la educación y diversos aspectos para una normalización y mejora del sistema. A continuación un resumen de algunos puntos centrales de dichos análisis.
I) UNESCO, en la Reunión Mundial por la Educación, enumeró cinco acciones prioritarias a poner en práctica en 2021: 1) mejorar la financiación de la educación; 2) lograr la reapertura total de los establecimientos educativos de manera segura; 3) establecer como prioridad la inclusión de todas y todos los estudiantes, la equidad y la igualdad de género; 4) replantear la enseñanza y el aprendizaje en virtud de lo sucedido (cambios al currículo, a la pedagogía y nuevas metas); y 5) aprovechar la conectividad y las tecnologías para lograr mayor calidad (recuperación de estudiantes y de aprendizajes).
II) El Profesor de la Universidad de Harvard, Fernando Reimers (quien trabajó intensamente en la pandemia con especialistas de Educación de la OCDE y del Banco Mundial), en su reciente publicación “Educación y COVID-19, Recuperarse de la pandemia y reconstruir una educación mejor” señala tres pilares esenciales para esta estrategia: 1) evaluar los cambios producidos y las necesidades que han generado estos cambios (incluye el análisis del bienestar (socioemocional) de los estudiantes, su acceso (identificar cuántos y quiénes están en riesgo de abandono), así como el bienestar de los docentes y su disposición para enseñar y la situación de las comunidades (pobreza y desigualdad del entorno) y la operación y capacidad de respuesta del sistema educativo); 2) desarrollar una estrategia híbrida (para todos/as los estudiantes con el desarrollo de plataformas educativas que balanceen la presencialidad con la enseñanza remota y permita seguimiento personal) y 3) el aumento de la capacidad del sistema educativo (incluye el desarrollo de la capacidad de las escuelas, alineando roles y responsabilidades para un apoyo integral a los alumnos/as que deben ser el gran objetivo, así como el desarrollo de la capacidad de docentes y directivos, con formación adicional, comunidades de aprendizaje y con la construcción de redes escolares y alianzas –con padres, con quienes se debe trabajar para mejorar sus capacidad, y con organizaciones de sociedad civil-).
III) El Tercer Encuentro de Ministros de Educación de Latinoamérica de Marzo 2021, organizado por REDUCA y Educar 2050 –publicación en su web-, contó con la participación de 10 Ministerios del continente y las exposiciones de Claudia Uribe, OREALC/UNESCO y de Marcelo Cabrol, BID. Particularmente para la región se hizo hincapié en la necesidad de definir cambios estructurales en el sistema aprovechando la crisis como oportunidad y de establecer una transformación curricular con foco en los saberes esenciales y en el desarrollo de habilidades y competencias que formen criterio en los estudiantes. Se señaló también la necesidad del desarrollo de sistemas de alerta temprana para protección de las trayectorias de los niños/as y jóvenes, de establecer estrategias de mediano y largo plazo (entre ellas formación docente, cooperación con familias, vínculo con el mundo del trabajo) y la necesidad de alianzas con organizaciones de la sociedad civil para lograr mayor impacto.
Obviamente cada Nación y jurisdicción deberán definir un plan educativo para la emergencia acorde a sus circunstancias. Lo importante será esa definición y los consensos necesarios. La “catástrofe educativa” requiere de unión y acción.
" Educar. (Del lat. educāre). 1. tr. Dirigir, encaminar, doctrinar. 2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad ." Estas son las dos primeras definiciones que nos da el Diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra "educar". Mucho se ha escrito sobre el sginificado del término. A mi criterio la educación es esencialmente un proceso de mejora de vida . Educar supone creer especialmente en tres verdades: 1) en el perfeccionamiento de aquel a quien se educa; 2) en su capacidad y deseo de aprender; y 3) en que la transferencia de conocimientos de quien enseña no es tal si no va acompañada por la elaboración propia de una reflexión de quien los recibe. Educar no es colmar un depósito de tecnicismos, conceptos y sapiencias ajenas sino que la verdadera educación, -y me refiero especialmente a la educación del menor pero apli...
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